Cada temporada tiene sus postres como dulces inspiraciones para satisfacer el paladar y traer a la mesa esas creaciones afines a las tradiciones.
Se acerca la época del fiambre y, de acuerdo con los gustos familiares, la elaboración de postres como el ayote, jocotes en dulce, molletes y manzanillas. Aunque son diferentes, todos necesitan un almíbar o miel para que la dulzura esperada sea óptima. Por eso, deberá seguir la receta de la mejor manera.
Pero, ¿qué es un almíbar? Se trata de una mezcla de azúcar disuelta en agua que se elabora caliente o fría. También recibe el nombre de jarabe, sirope o miel, y se utiliza para preparar dulces, postres, mermeladas y helados, entre otros. Otra variante es el almíbar de fruta, que es una combinación de azúcar y jugo de fruta en sustitución del agua. Debe considerar que esta preparación tiene un aporte calórico alto, por lo que podrá diluirlo un poco.
Entonces, la miel o almíbar sirve de base para endulzar el postre. En el caso del ayote en dulce, se prepara la miel y en esta se cocina la fruta. Otra modalidad es pre cocinarla en agua con canela y luego adicionar el sirope para que termine de cocerse.
El azúcar a emplear debe ser blanca o morena, cuyo principal componente es la sacarosa; alguna miel que contenga glucosa; o la panela, que además de endulzar otorga un sabor y color particular. La panela o rapadura, como también se le conoce, es el jugo de caña que forma una melaza bastante espesa que se deja secar en moldes hasta que solidifique.
Nutricionalmente, el azúcar no aporta vitaminas, minerales o fibra. De hecho, aunque la miel y el azúcar morena parecieran más saludables solo contienen cantidades mínimas de vitaminas y minerales. Por eso, consideremos estos postres como un gusto especial y sigamos el dicho de “una vez al año no hace daño”.
Además del azúcar, el almíbar es perfumado con diversas especias como la canela en raja, que ofrece un olor dulce y agradable a madera. Es delicada e intensa, de manera que es un aromatizante ideal para los postres. Asimismo, se utiliza la pimienta gorda, que tiene un sabor similar al clavo, a la nuez moscada y a la canela. También conocida como allspice, es penetrante, con aromas combinados, suaves y ligeramente picantes a la vez. Otra posibilidad es el clavo de olor. Por su gusto intenso, notas picantes, dulces y astringentes, este se emplea en cantidades moderadas.
Como variante se adiciona una hoja de higo que perfumará con su sabor dulzón y afrutado, y una hoja de naranja que dará unas notas cítricas a la miel. Se recomienda, además, agregar un trocito de jengibre para que neutralice lo dulce con sus notas picantes. Sin más, disfrute su postre de temporada preferido.