El papa Francisco canonizó ayer a 35 personas; 30 mártires asesinados en Brasil en el siglo XVII por calvinistas holandeses, 3 adolescentes mexicanos convertidos en el siglo XVI, así como a 1 español y 1 italiano.
Los sacerdotes André de Soveral y Ambrosio Francisco Ferro, y sus 28 compañeros laicos canonizados fueron los primeros mártires de Brasil, asesinados por indios y soldados holandeses durante 2 matanzas en 1645, en Cunhaù y Uruaçu.
Estos mártires, beatificados en 2000 por Juan Pablo II, murieron atrozmente, algunos con el corazón arrancado tras padecer torturas y mutilaciones, según los historiadores. Por aparte, Cristóbal, muerto a manos de su padre, y Antonio y Juan, asesinados por indígenas, son los nuevos santos mexicanos, víctimizados por su fe entre 1527 y 1529.
Faustino Miguez, español, entregado a la enseñanza y Luca Antonio Falcone, italiano, también fueron canonizados.