Cada saga de Star Trek ofrecerá la exploración científica bajo las leyes de la Federación Unida de Planetas y yo, como seguidor tardío de este universo, lo agradezco. Este domingo liberan en Netflix el cuarto episodio de la nueva serie Star Trek: Discovery; los admiradores del legado del capitán Kirk y el señor Spock lanzamos vítores al espacio, la frontera final.
Esta etapa combina la esencia de la primera serie con los elementos de la nueva franquicia, que comandan Chris Pine y Zachary Quinto. Pero hay algo que cuesta asimilar: la comandante Michael Burnham. No se trata de la actuación de Sonequa Martin-Green, ni de sus diálogos. Es su naturaleza, poco agradable en la protagonista.
No es tema de género. Es formidable saber que el personaje central recae en una mujer. Ya lo vimos con Kate Mulgrew cuando interpretó a la capitana Kathryn Janeway en Star Trek: Voyager. El problema con Michael es su arrogancia desmedida e insolente, no conoce su lugar. Desde el primer capítulo es incómodo escuchar sus argumentos. Su actitud es implacable y carece de empatía. Dan ganas de apagarle la voz.
Los capítulos subsecuentes nos explican por qué Michael es así. Para el tercer episodio entendemos que es una huérfana criada entre vulcanos y de ellos aprendió la lógica irrefutable que siempre nos molestó. Esa frialdad emocional se necesita para enfrentarse a los klingon, quienes regresan para darle un dolor de cabeza a la galaxia entera.
Se prevé que los 15 capítulos que incluirá la etapa 2017-2018 sean los viajes de la nave espacial Discovery. Como seguidores de la obra de Gene Roddenberry, ojalá exploren mundos desconocidos y no se centren solo en una guerra con los klingon. Esperemos que descubran nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones… los efectos especiales ahora se los permiten. Estos tres episodios lo demuestran. Star Trek: Discovery llegará valientemente donde ningún hombre ha ido jamás, ahora liderada por Michael Burnham. Quizá no sea la capitana, pero sin lugar a dudas será una protagonista como pocas en el universo Star Trek.
Decepción fílmica: Hugo.
El problema con las películas de Martin Scorsese es que cuando la va a arruinar… se pasea en todo de manera magistral. Hugo es prueba de ello. Su calidad es tan pobre que Sacha Baron Cohen sale en el filme. Sí, Borat es parte del reparto. Para conocer el trabajo de Scorsese acérquese a The Wolf of Wall Street, o la dupla clásica Casino-Goodfellas. Además: Shine a Light, The Aviator, Kundun. Con esta película tirará dos horas de su vida a la basura.