Reconstruir el tejido social y la interculturalidad es el reto. Toda obra física impacta en su entorno territorial y social, promuevemigración y desplazamiento de personas, pero a la vez, genera bienes y servicios, incentiva mercados locales y regionales, por lo que la construcción de obra gris, debe visibilizar aspectos culturales de país. Al mismo tiempo, es necesario promover buenas relaciones comunitarias de convivencia pacífica entre vecinos, acercando la ruralidad con las ciudades, representaría una oportunidad a un nuevo enfoque de la infraestructura y desarrollo ir contribuyendo a cerrar la brecha entre progreso y exclusión social.
Indudablemente en otros continentes hemos visto que la infraestructura arquitectónica identifica a las naciones, motivo de orgullo y modernidad. Vemos cómo desde la época del Imperio romano las grandes construcciones de ciudades imperiales muestran la grandeza de los países europeos y asiáticos, las pirámides de Egipto son megaproyectos que etiquetaron en sus obras cultura e identidad, en la actualidad son los mayores atractivos turísticos que los identifican como país. En nuestro medio la grandeza de la cultura maya y su diversidad cultural, juntamente a su sincretismo religioso plasmado en la infraestructura local no, deja de impresionar la grandeza arquitectónica de Tikal, que en armonía ejercieron los mayas para desarrollar organización vial y arquitectura, equilibrio entre cultura y naturaleza, muestra la fina planificación de su organización territorial. Asimismo, quién no admira a la Antigua Guatemala, que por su relevancia histórica representa Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Este tipo de ejemplos de lugares icónicos y de características interculturales se repiten por todo el país, unas con menor difusión por lo que es necesario renovar el enfoque de “Infraestructura para el Desarrollo”, debido a que no se adscriben a elementos importantes como la pertinencia cultural de los lugares donde esta se desarrolla.
La actividad Enade 2017, que plantea la fundación para el desarrollo como temática Vamos a la Obra, es un buen inicio a un enfoque futurista de la infraestructura si se contemplan los elementos de desarrollo propios de las regiones y comunidades. De ser así, será un encuentro entre visiones distintas cerrar la brecha de la discriminación y pobreza en áreas focalizadas, entonces sería una oportunidad para los pueblos y comunidades de Guatemala. Aplicar al modelo de construcción de obras públicas y privadas al enfoque de inclusión, conlleva acciones de planificación administrativas y financieras. Asímismo, una legislación adecuada, por ejemplo, el aporte de mano de obra de las comunidades, los proyectos de responsabilidad social empresarial, que en principio evitarán la mala práctica de dejar cinturones de pobreza y marginalidad alrededor de las grandes obras de infraestructura.