La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos se negó a examinar la apelación de uno de los más célebres detenidos en Guantánamo, lo que reforzó la controvertida legitimidad de los tribunales militares de excepción que funcionan en la base estadounidense en Cuba.
La decisión del máximo tribunal confirma la cadena perpetua pronunciada contra Ali Hamza Ahmad al-Bahlul, uno de los lugartenientes de Osama bin Laden, detenido en Guantánamo desde 2002.
Este yemenita, acusado de ser el exresponsable de propaganda de la organización extremista, había apelado su condena por complot criminal, pronunciada en 2008. Según sus abogados, esta acusación debía haberle valido ser juzgado ante la Justicia federal civil y no ante un tribunal militar.
Algunos de los acusados de haber participado en los atentados del 11 de septiembre de 2001, detenidos en esa base militar, continúan esperando que se los acuse de delitos concretos y se los juzgue.
La Suprema Corte autorizó en 2008 a los presos en Guantánamo a cuestionar los fundamentos de su detención ante los tribunales civiles estadounidenses. AFP