Desde hace 11 años, las autoridades han sumergido estructuras en las aguas del litoral del Pacífico, para construir arrecifes artificiales que ayuden en la conservación de las especies marinas, y así fomentar la pesca artesanal en esa zona, una actividad que genera ingresos a las comunidades.
La Dirección de Normatividad de la Pesca y Agricultura (Dipesca), del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), tomó la decisión de hacer una evaluación para conocer los avances que se han logrado, gracias a esa iniciativa.
Las armazones de concreto que contienen agujeros son ideales para albergar la variedad biológica y ayudan en la conformación de arrecifes naturales que se adhieren a ellas, según explicaron las autoridades.
Acompañamiento
Para reforzar el proyecto se dará acompañamiento a Dipesca en la verificación de los lugares más propicios para la colocación de esas armaduras, comentó Samuel Coloma, del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).
“Se hará una comparación entre las estructuras recientes y antiguas para ver los cambios generados, como el uso que le da la fauna, y si los arrecifes se adhirieron al concreto”, explicó Coloma. De acuerdo con el entrevistado, a la fecha existen unos 2 mil 200 esqueletos sumergidos, siendo los más recientes los instalados en diciembre del año pasado.
Ese proyecto, que tiene como fin proteger la vida marina, también impulsa actividades de turismo y pesca, que contribuyen a la economía de las familias, expresó Manoel Cifuentes, coordinador del plan de Dipesca.
El refugio es propicio para que crezca la flora y emula sistemas ricos donde se crean corales naturales, los cuales también benefician a los pobladores porque genera turismo. Mirna Monterroso