El Comité Olímpico Internacional (COI) no esperó: al día siguiente de la detención de Carlos Nuzman por su implicación en la compra de votos para obtener los Juegos de Río 2016, el presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB) y toda la instancia quedaron suspendidos.
Nuzman, que también fue jefe del Comité de Candidatura y del Comité de Organización de los Juegos de Río, fue suspendido por el COI de todas sus funciones y derechos de miembro honorario, y lo excluyó de la comisión de coordinación de los Juegos de Tokio 2020.
El dirigente brasileño, de 75 años y exjugador de volibol profesional (llegó a disputar los Juegos de Tokio en 1964), fue detenido ayer en su domicilio por la policía federal brasileña (PF) acusado de los delitos de “corrupción, lavado de dinero y pertenencia a una organización criminal” que supuestamente habría comprado votos para asegurase la victoria de Río en el proceso de atribución de los Juegos 2016.
Los agentes también arrestaron al director general de operaciones del Comité Río 2016, Leonardo Gryner, e incautaron documentos, según constató un fotógrafo de la AFP en el lugar. Está acusado de los mismos delitos que Nuzman.
Una fuente policial informó a la AFP que los dos dirigentes permanecen en detención provisional por un periodo de cinco días renovable.
La comisión ejecutiva del COI justificó la suspensión de todo el COB (una decisión tomada por recomendación de su comisión de ética, presidida por el exsecretario general de la ONU, Ban Ki-moon) por el hecho de que “el COB y su presidente, Carlos Nuzman, eran responsables de la candidatura de Río de Janeiro en 2009”.
Por consiguiente, el COB no está capacitado para recibir subvenciones por parte del COI, aunque los intereses de los atletas serán preservados: “El COI aceptará la inscripción de una delegación brasileña en los Juegos de Invierno de PyeongChang 2018 y en el resto de competiciones a las que el COB sea invitado”, indica el COI.
Por AFP