Ayer, el país recibió una buena noticia en relación con la economía nacional. Y es que ese rubro mantiene un ritmo dinámico y estable, con crecimiento en la mayoría de sectores, según el Banco de Guatemala (Banguat).
A lo anterior se suma que la inflación está dentro de la meta prevista (4.72 por ciento), y se estima que se ubique en 4.50 por ciento a finales de año. Además, no existe déficit en la balanza de pagos, se tiene un nivel de deuda externa positivamente calificada y un crecimiento de variables, como el comercio exterior.
De acuerdo con lo anunciado por las autoridades del Banguat, se prevé un aumento de la economía para 2017 de entre el 3 y el 4 por ciento, y se apunta a mejores expectativas para el próximo año.
Esa dinámica es impulsada por tres sectores: transportes y comunicaciones, servicios privados, y comercio, este último asociado con el comportamiento favorable de las exportaciones.
El dinamismo de las remesas familiares mantuvo el ritmo de incremento en septiembre, con 15.6 por ciento, y su crecimiento continuó dinámico, pues en agosto fue de 16.2 por ciento. En el caso de la inversión extranjera directa, esta se mantiene, y se espera este año un aumento del 3 por ciento y el próximo de 10 por ciento.
Por otro lado, el tipo de cambio permanece estable, lo cual es una fortaleza que se mantiene desde 2015, a pesar de la crisis política que se registró ese año. Asimismo, en el caso del crédito al sector privado, los medios de pago y la emisión monetaria crecen más o menos a los ritmos que se habían establecido.
Otro dato interesante es que las tres calificadoras de riesgo han mantenido la calificación al país y se han referido en forma positiva a la estabilidad macroeconómica y la política fiscal, entre otras.
En general, podríamos indicar que estamos bastante bien en comparación con otros países de la región, lo cual es un mensaje positivo tanto en lo interno como en lo externo, pues estos indicadores transmiten un mensaje de que se puede estar tranquilo, pues existe un presente y un futuro con estabilidad económica y certeza jurídica.