Costa Rica y Nicaragua declararon alerta amarilla por la presencia de un sistema de baja presión en el Caribe que amenaza con fuertes lluvias, mientras que Managua ordenó evacuar a 800 indígenas que viven en los Cayos Miskitos, en el Caribe.
El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Inerte) informó que la depresión, que está por convertirse en la tormenta Nate estará acompañada de marejadas que pondrán en riesgo a las comunidades del litoral e islas del Caribe, así como las actividades pesqueras que se efectúan en esa región.
En Costa Rica el presidente Luis Guillermo Solís se reunió con los jefes de los organismos de emergencias y meteorología para analizar el posible impacto del fenómeno climático, que amenaza con lluvias intensas para hoy.
El director del Instituto Meteorológico Nacional costarricense, Juan Carlos Fallas, indicó que el sistema de baja presión se desplaza a lo largo del Caribe centroamericano y es poco probable que impacte directamente a la región, pero alertó que ese fenómeno es peligroso por la saturación de agua que tienen los suelos a causa de las lluvias.
El Gobierno nicaragüense activó los cuerpos de socorro, entre ellos la Defensa Civil del Ejército, e instó a empleados públicos a estar listo para apoyar a la población en caso de una emergencia.
El sistema podría ocasionar un incremento en el oleaje en la costa del Pacífico, además de intensificar las precipitaciones, que desde el 21 de septiembre han causado más de un millar de incidentes de deslaves e inundaciones en Costa Rica, explicó Iván Brenes, director de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Septiembre y octubre son tradicionalmente los meses más lluviosos del año en Centroamérica, y marcan el final de la temporada de lluvias en la región.