Los marchistas Érick Barrondo y su esposa, Mirna Ortiz, partieron ayer rumbo a España para retomar los entrenamientos bajo las órdenes de Francisco Paquillo Fernández, quien aguarda por ellos con miras a la temporada 2018.
La experimentada pareja hará una pausa para viajar a Managua, Nicaragua, en diciembre, con el fin de competir por primera vez en las justas centroamericanas y, según manifestó el medallista olímpico, colgarse la presea que todavía le hace falta.
“Pienso que al menos el 90 por ciento de los deportistas guatemaltecos tienen una medalla de Juegos Centroamericanos, y en el pasado, por diferentes razones, no he participado, así que vengo con el deseo de ganarla para el país, y así arrancar con el pie derecho el ciclo olímpico”, manifestó el originario de San Cristóbal Verapaz, Alta
Verapaz.
El viaje será largo y cansado, cerca de 24 horas de camino, pero para los enamorados el sueño es mucho más grande y no se detienen a pensar en esos detalles.
“Será mi primera presentación en unos Juegos Centroamericanos. En 2013 no fuimos considerados para integrar el equipo, pero este año será nuestro inicio del proceso olímpico. Estamos a la mitad de una preparación física general de fuerza, que concluiremos en 1 semana, y entonces empezar de lleno a marchar”, indicó Ortiz.
Algo significativo en el avance de los caminantes es que han logrado reducir las sanciones durante las pruebas y se han alejado de las descalificaciones. Max S. Pérez