¿Si no se reforma el artículo 157, podría llegar a darse un cambio en el Congreso? Podría darse, pero es muy difícil y, lo más probable es que, a pesar del inmenso esfuerzo que se haría, repitiéramos lo mismo ya que no son los diputados, sino la forma de elegirles, la raíz del problema: Lleguen, quienes lleguen, lo más probable, pasaría lo mismo.
Si no logramos convencer al Congreso que reforme el artículo 157 persistirán los distritos inmensos, la lista nacional de diputados y el largo mandato de cuatro años que hace perder el cordón umbilical entre electo y electores.
¿Quién es su diputado?
Las campañas electorales seguirán siendo largas y caras y el monopolio de los partidos, intacto, monopolio que se extiende, incluso ¡Increíble, pero cierto! para postular candidatos para una Asamblea Nacional Constituyente.
Si no logramos que 106 diputados de la actual legislatura hagan propio y aprueben el sistema electoral de los distritos pequeños, persistirá el sistema que nos rige y se hace muy cuesta arriba que –con el actual sistema– pueda grupo innovador alguno llegar a tener una mayoría suficiente, la que habría de buscar participando en las elecciones del 2019 (Estamos ya a menos de dos años de elecciones).
Sumamente difícil reitero (quizá imposible) porque los partidos continuarán con el monopolio de las candidaturas y el listado nacional seguirá intacto, amén de que persistirán los distritos inmensos, también con sus listados, y seguirá cara y larga la campaña: Más de lo mismo. Sin embargo, si no se logra la reforma del artículo 157 no existe otro camino que el de participar en las citadas elecciones, participación que implica –si se quieren resultados– recorrer desde ya todos los caminos y tocar todas las puertas: Los triunfos electorales no se producen por emanación espontánea.
¿Organizar un nuevo partido? ¿Sumarse a uno existente?
Quienes quieran cambios tienen que pensar, necesariamente, en ganar el Congreso ya que sin este no podría lograrse cambio alguno: En manos suyas el presupuesto y las leyes.
Lograr convencer a los diputados actuales de la necesidad de reformar el artículo 157 y que lo que resuelvan se apruebe en Consulta Popular debería ser nuestro objetivo (Plan A) pero, si esto no se logra, no cabe más que (Plan B): Ganar las elecciones del 2019, sea que lo haga un solo grupo o varios consensuados.
Existe pues otra forma de hacer que el Congreso cambie y no solamente la de la reforma del artículo 157 pero considero sumamente difícil que se logre por lo expuesto y, además, porque me temo que muchos, al llegar al Congreso olvidarían las razones del camino y quedarían confundidos con lo quisieron combatir.
Nuestro sistema político da señales inequívocas de peligroso agotamiento, sistema que incluye a nuestra prensa, enclaustrada en su propia realidad – la realidad mediática – muy distinta de la realidad en que vivimos. Quejándonos y criticando sin propuesta seguiremos en lo mismo y esa estéril rebeldía viene a resultar, para que no cambie nada, el mejor de los aliados.