Autoridades sanitarias de América aprobaron un plan para evitar brotes de rubéola y sarampión, enfermedades declaradas eliminadas en la región, pero cuyos virus siguen en circulación en el resto del mundo, informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El continente americano fue declarado libre de transmisión endémica de la primer dolencia en 2015, y de la otra enfermedad al año siguiente, tras 22 años de esfuerzos y vacunación masiva.
Por tal motivo, los titulares de las carteras de Salud del continente, reunidos en la 29 Conferencia Sanitaria Panamericana que hoy concluye, definieron una estrategia que establece mecanismos estándar para responder con celeridad a los casos importados, entre otras medidas.
Manos a la obra
“Las acciones se centran en mantener la inmunidad de la población alta, mediante la vacunación y el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia para poder detectar rápidamente los virus del sarampión y la rubéola, especialmente de cara a otras enfermedades con síntomas similares como los causados por los virus del Zika y el chikunguña”, indicó el organismo salubrista en un comunicado de prensa.
Para mantener la eliminación, los niveles de cobertura de vacunación de la población deben ubicarse en 95 por ciento o más.
En los cinco años pasados, la cobertura regional con la primera dosis de la vacuna contra el sarampión, la rubéola y las paperas (SPR) se ubicó entre el 92 y el 94 por ciento. Pero con la segunda dosis, osciló entre el 70 y el 83.
Otro aspecto
“Es fundamental fortalecer las políticas de control del tabaco si queremos disminuir su consumo y salvar vidas”, afirmó la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, quien detalló que América quiere ambientes 100 por ciento libres de humo de tabaco para 2022.
La nueva estrategia apunta a fortalecer la lucha contra el tabaquismo en la región.
Según la OPS, 17 de sus 35 países miembros carecen de normativas para prohibir el humo de tabaco en sitios públicos, incluidos los ambientes de trabajo cerrados y los medios de transporte, que son los causantes de que se inhale el humo de segunda mano.