La mayoría republicana en el Congreso de Estados Unidos lanzó ayer su muy esperado proyecto de reforma fiscal con una propuesta cuyo emblema es la rebaja de impuestos a personas y empresas.
El plan, publicado por el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y elaborado en coordinación con la Casa Blanca del presidente Donald Trump, prevé bajar los impuestos a las compañías entre un 35 y 20 por ciento, por debajo de la media de los países desarrollados de 22.5, según el texto.
“Es la mejor oportunidad de nuestra generación de bajar la carga tributaria para la clase media, crear empleos en Estados Unidos e impulsar el crecimiento económico”, dijo Ryan, quien añadió: “Esto lo esperábamos desde hace 31años, las familias y las pequeñas empresas no pueden esperar más”.
Implicaciones
Para los particulares, la escala de impuestos a los ingresos sería reducida: se propone establecer tres franjas en vez de las siete actuales, con una tasa máxima de 35 por ciento, contra 39.6 de hoy en día.
Los ponentes evalúan crear una franja de imposición para los más ricos, pero la propuesta hasta el momento es vaga y no está decidida. AFP