Los 90 mil estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) volvieron a clases después de tres meses de interrupciones, al asumir un nuevo rector interino por la intervención del Congreso.
Los miembros del llamado Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), que bloqueaban los edificios para interrumpir clases desde el 13 de junio permitieron el regreso a las aulas, al ser juramentado como rector interino al médico Francisco Herrera.
Los estudiantes exigían la destitución de la rectora, Julieta Castellanos, quien dejó el cargo el lunes, pero porque culminó su segundo período de cuatro años.
“El país exige que esta universidad esté estable y eso es lo que va a ocurrir”, prometió el rector interino de la máxima casa de estudios.
El conflicto empezó en 2014, cuando los alumnos del campus de Tegucigalpa protestaron porque las autoridades subieron de 60 a 70 por ciento las calificaciones para aprobar las asignaturas y establecieron cobros por exámenes de recuperación.
En reiteradas ocasiones, los educandos de la capital bloquearon el bulevar frente a la Ciudad Universitaria