U na persona que nace en América puede aspirar a vivir 75 años, o sea 5 más que el promedio mundial, aunque las enfermedades no transmisibles y las emergentes siguen siendo el principal reto sanitario regional, señaló la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“La población ha ganado 16 años de vida como promedio en los 45 años, es decir, dos años por quinquenio”, dice el informe
Salud en las Américas 2017.
Sin embargo, la región, una de las más desiguales del mundo, debe todavía combatir enfermedades crónicas no transmisibles, como el cáncer, la diabetes y los padecimientos cardiovasculares y respiratorios.
Estas dolencias asociadas a hábitos y estilos de vida causan cuatro de cada cinco muertes anuales y se prevé un aumento de casos en las próximas décadas debido al crecimiento de la población, el envejecimiento, la urbanización y la exposición a distintos factores de riesgo, indicó el reporte.
Además, en América se debe lidiar con los padecimientos emergentes, producto de los cambios ambientales y los desplazamientos de poblaciones. Entre estas, el zika y la chikunguña, que son infecciosas y con fuerte incidencia en la región.
“Vivimos más años de vida y morimos menos por causas que podemos evitar, pero esa ganancia no ha sido equitativa”, dijo la directora de la entidad, Carissa F. Etienne, quien hizo un llamado a garantizar las condiciones que determinan una buena salud, como el agua potable, la educación y la vivienda digna.
El reporte, presentado en la 29 Conferencia Sanitaria Panamericana de la OPS, que se realiza hasta el viernes en Washington, enciende una luz de alarma sobre la obesidad, uno de los principales factores de riesgo para padecer una enfermedad crónica.
Aunque la mortalidad por enfermedad cardiovascular ha disminuido casi 20 por ciento en promedio en una década, sigue siendo la principal causa de muerte en la región.
El cáncer, en tanto, causó la muerte de 1.3 millones de personas en 2012