Una nueva guerra interna en el Vaticano, con denuncias, intimidaciones, renuncias, y cruce de comunicados, sacude esta semana al pontificado de Francisco, como ocurrió bajo el de su predecesor Benedicto XVI.
La llegada del otoño (boreal) a la Santa Sede viene cargada de venenos, asegura el diario romano Il Messaggero. El domingo, el primer revisor general de las finanzas del Vaticano, Libero Milone, de 69 años, aseguró que su renuncia fue forzada con intimidaciones y hasta con amenazas de arresto, al parecer por haber descubierto irregularidades de carácter económico.
Milone apunta hacia el sustituto de la Secretaría de Estado, monseñor Angelo Becciu, una suerte de ministro del Interior y contra el comandante Giandomenico Giani, a cargo de la seguridad papal, el hombre que lo amenazó. Para Milone, las reformas que quería Francisco “han sido bloqueadas por el viejo poder interno”. Lo mismo ocurre con la reforma administrativa.
En una carta, firmada entre otros por el obispo lefebvriano Bernard Fellay y el banquero Ettote Gotti Tedeschi, expresidente del IOR, el banco del Vaticano, se acusa al Obispo de Roma de “siete posturas heréticas” sobre el matrimonio, la moral y sobre todo contra la concesión en algunos casos de la comunión a los divorciados que se vuelven a casar.
“Esta vez se trata de un grupo pequeño y poco significativo, de solo 62 personas, en el que no aparece ni un cardenal y un solo obispo pensionado”, comentó el vaticanista Iacopo Scaramuzzi.
Vía: AFP