“Dime cómo te vistes y te diré quién eres”, es el principio de la diseñadora holandesa Anouk Wipprecht, quien presentó en Milán su Moda Tech, basada en tecnología, sensores electrónicos y robots para comunicar más allá de la apariencia.
Sus creaciones, que combinan tecnología digital y alta costura, juegan con las convenciones sociales e imponen respuestas, en ocasiones frías y directas, a nuestras emociones, explicó la diseñadora.
Con solo 32 años, la creadora ha seducido con sus diseños para estrellas del espectáculo, como la banda de Black Eyed Peas y Fergie, durante el show para el Super Bowl, el punto culminante del campeonato de futbol americano en Estados Unidos. También ha creado trajes, con impresoras 3D, para los actores y bailarines del Cirque du Soleil, siempre a la vanguardia.
Pero su pieza más original es un objeto pequeño, elaborado en colaboración con el fabricante de cristales Swarovski, que ilumina el ritmo de los propios latidos del corazón. Suena simple y casi poético, pero también es increíblemente revelador de tu ser. Imagínense usar este pequeño cristal mientras conoces a aquél que conquista tu corazón, o durante una entrevista de trabajo, en la que se revelan datos importantes a los demás. “Ocurre lo mismo que cuando tienes la piel de gallina o cuando te sonrojas, no puedes controlarlo, ni ocultarlo, así que literalmente divulgas tus emociones”, explicó.
El corazón en la manga
“Si llevas el latido de tu corazón en la manga, no estás usando algún artificio, aunque podrías meterte en situaciones muy extrañas, inclusive interesantes”, reconoció la diseñadora en la entrevista.
Esta fascinación de la creativa por la interacción entre el comportamiento humano y el mundo digital la ha llevado a vivir muchas experiencias insólitas. Una de los más sorprendentes ha sido con Spider Dress, el vestido araña, traje, impreso en 3D, que tiene un collar adornado con patas de araña, vivas, según el ambiente en que uno se encuentre. Esas patas se despliegan o atacan, como explicó Wipprecht, cuando alguien se acerca demasiado a la persona.
Las reacciones son muy diferentes según el lugar donde se use el traje con collar. “La gente en Holanda suele ser muy rápida y se acerca, mientras que en Estados Unidos cada uno se queda por su cuenta. A veces tengo que obligar a la gente a acercarse porque siguen el principio de mantener la distancia y el respeto”, dijo.
El viaje en el mundo de la moda de la diseñadora, que vive entre Nueva York y California, comenzó muy temprano. A los 14 años se enamoró de la moda porque le permitía expresarse y comunicarse y por ello rápidamente se embarcó en estudios de diseño.
La robótica llegó más tarde. Está convencida de que un día su colección de prêt-à-porter desfilará en las pasarelas de la moda, pero por el momento trata de romper barreras. “Creo ropa para provocar, para experimentar. Después de todo, si fuera solo para hacer vestidos que se iluminan por sí mismos o que simplemente cambian de color, sería genial (…) y aburrido”, admitió.
*AFP