El Festival de Biarritz Amérique Latine, cuya 26 edición se inaugurará el lunes con unas 30 películas en competición hasta el 1 de octubre, tendrá a Colombia como invitado de honor, en el marco del “año de Francia-Colombia”.
En esta edición habrá una exposición sobre el río Magdalena a la luz de los textos de Gabriel García Márquez y las fotos de su compatriota Nereo López. Fuera de competición se proyectarán cinco películas que resaltan el trabajo de guionista de García Márquez, desde Memoria de mis putas tristes (2011), del danés Henning Carlsen; al famoso Tiempo de morir (1965), del mexicano Arturo Ripstein.
Otro momento fuerte serán los encuentros Colombia: fábrica de la paz que apunta, auspiciado por el Instituto de Altos Estudios de América Latina (IHEAL) a explicar el largo y complejo proceso de paz en Colombia.
En competencia están La familia, del venezolano Gustavo Rondón Córdova, muy esperado por el público. El film cuenta el infortunio de Pedro, de 12 años, que juega como todos los días con los niños del barrio en la atmósfera de los suburbios pobres de Caracas. Hiere gravemente a un joven que intentaba robarle y se ve obligado, por su padre Andreas, a huir con él.
Otro serio competidor del palmarés, Ultimos días en La Habana, del cubano Fernando Pérez, que se centra en Miguel, que sueña con huir a Nueva York, y Diego, que sueña con vivir. Diego es gay y luminoso, Miguel es asexual, negativo, sombrío. Sin embargo, una amistad contradictoria e indestructible los une.
Entre la decena de documentales en competición se destacan El vecino alemán, de Rosario Cervio y Martín Liji, que regresa sobre la vida del criminal de guerra nazi Adolf Eichmann en Argentina, mediante los ojos de una joven periodista alemana instalada en Buenos Aires y los archivos de su juicio en Jerusalén.
El festival propone, asimismo, conciertos enfrente del mar, una parada inevitable para los participantes.
*AFP