Un sismo de magnitud 7.1 sacudió ayer México, causando el colapso de edificios y la muerte de al menos 140 personas, cuando se conmemoraban 32 años del terremoto que destruyó el Distrito Federal en 1985.
Las autoridades informaron que la cifra de víctimas mortales va en aumento conforme transcurren las horas, siendo Hidalgo, Puebla y la capital los más afectados.
El temblor ocurrió a las 13:14 locales (12:14 hora de Guatemala). El Instituto Sismológico de México estimó el terremoto en 6.8, y luego lo situó en magnitud 7.1. El epicentro se ubicó a 55 kilómetros de Puebla.
En la esquina de Álvaro Obregón y Medellín se derrumbó casi por completo una clínica de medicina alternativa de cinco pisos.
Tres heridos han sido rescatados de entre los escombros, mientras voluntarios buscan a más personas. “¡Hay gente atrapada!”, gritaba una mujer. En el barrio Roma, hay una escuela derrumbada, que aplastó al menos dos vehículos.
“Llegamos al colegio y todo el mundo llorando, todo mundo desesperado y los niños agarrados de una cuerda”, narró Jorge López, de 49 años, que estaba con sus dos hijos de 6 y 3 años.
El Aeropuerto de Ciudad de México suspendió sus operaciones, indicaron las autoridades en su cuenta de Twitter. En tanto, funcionarios de Protección Civil advirtieron: “¡No fumen! ¡Hay fugas de gas!”.
“Estoy consternada, no puedo contener el llanto, es la misma pesadilla que en 1985”, dijo a la AFP, entre lágrimas Georgina Sánchez, de 52 años, en una plaza de
Ciudad de México.
En la plaza Cibeles, niños con crisis de pánico fueron desalojados de su escuela, mientras padres angustiados los buscaban entre la muchedumbre, constató un periodista de la AFP.
“Estuvo bastante fuerte. Los edificios empezaron a moverse. La gente está muy nerviosa. Vi a una señora que se desmayó”, relató Alfredo Aguilar, de 43 años. En el terremoto del 19 de septiembre de 1985, no menos de 10 mil personas murieron en Ciudad de México.
El pasado 7 de septiembre, un terremoto de 8.1, el más fuerte en un siglo en México, causó 96 muertos y más de 200 heridos en el sur del país, especialmente en los estados de Oaxaca y de Chiapas.