Trajo oxigenación a la Integración Centroamericana, la Unión Aduanera entre Guatemala y Honduras.
“Que nadie se quede atrás” es una frase popular del libro Popol Vuh, y tiene toda la razón, porque el que se queda atrás, literalmente es quedarse en situación de desventaja.
A pesar de que la integración aduanera es un primer paso positivo para consolidar el comercio, también trae consigo incertidumbre de cómo se va a poner en práctica en el día a día, en su contabilidad con las empresas que exportan e importan, aún la fase de implementación tiene mucha carretera por recorrer, pero lo bueno es que está construida en una highway y no en un camino complicado. Es más, este esfuerzo ha servido como un imán atractivo para otros países como Nicaragua, y El Salvador, y actualmente, el gobierno que está por salir en Costa Rica lo ha pensado, pero por ahora debe esperar, porque están próximos a elecciones. El debate del gremio exportador es si sumarse o no, y ¿qué beneficios traerá? En las pocas capacitaciones que he tenido la oportunidad de asistir en la Secretaria de Integración Económica Centroamericana, Sieca, comentan que en su página web están las categorías de las mercancías que están sujetas al único arancel de la llamada Declaración Única ( Fyduca), cuyo beneficio es eliminar el papel y eliminar algunas horas del proceso de declaración; sin embargo, existen algunas mercancías que aún están exentas por falta de acuerdos (Tratados de Libre Comercio) o disparidades de criterio sobre aranceles entre los países. Por ejemplo, uno de los retos es en materia farmacéutica.
La Unión Aduanera significa crecer en territorio y población, lo que sería un mercado potencial para futuros socios comerciales. Recordemos, que este compromiso de unión aduanera tiene una historia de 56 años, como un componente del Mercado Común Centroamericano, cuya realidad se hace posible hasta ahora. Se pronostica por parte de CEPAL un aumento del 1 por ciento del Producto Interno Bruto y un crecimiento de hasta un 1.2 por ciento en las exportaciones de Guatemala y Honduras. Uno de los sectores económicos a beneficiarse de esta unión es la mediana y pequeña empresa mipyme, ya que se traduce en una reducción en costos logísticos, y procesos administrativos. Aún el reto es que las empresas sepan cómo implementar en su contabilidad todos estos procesos contemplados, y por ende, saber sobre los beneficios de convertirse en Operador Económico Autorizado, OEA.