Apple no solo presentó el martes sus iPhone, sino también dio a conocer una nueva sede, un edificio gigante en forma de anillo, con aspecto de un platillo volador, que permite ver la naturaleza, tal como lo deseaba el cofundador
Steve Jobs, fallecido en 2011.
“Apple Park refleja los valores en los que cree la compañía, la tecnología y el medioambiente”, declaró Tim Cook, presidente del grupo, después de rendir un homenaje al fundador de la firma de la manzana, quien falleció de cáncer de páncreas hace 6 años, y había presentado el proyecto creado por el arquitecto británico
Norman Foster.
“El mismo parque, que originalmente era una vasta área pavimentada, se transformó en un espacio verde dotado de no menos de 9 mil árboles, y el diseño del edificio es transparente para que se pueda ver la naturaleza”, agregó Cook, al señalar que el complejo está completamente alimentado con energía solar.
Los empleados de la compañía empezaron a trabajar hace aproximadamente seis meses en este edificio, que su creador veía como un centro creativo, de colaboración y de innovación para las futuras generaciones.