Las autoridades británicas rebajaron ayer el nivel de alerta terrorista en su país, después de que la investigación sobre el atentado del viernes que dejó 30 heridos en el metro londinense llevara a la captura de 2 personas.
“El Centro de Análisis Terrorista decidió rebajar el nivel de alerta de crítico, el nivel máximo, a grave”, anunció por la tarde la ministra del Interior británica, Amber Rudd.
La amenaza de atentado ya no se considera “inminente” como el viernes por la noche, sino “altamente probable”, agregó.
Un hombre de 21 años fue detenido en Hounslow, en la periferia oeste de la capital, hacia las 23:50 del sábado, informó ayer la Policía.
Pocos kilómetros al oeste del lugar, las fuerzas de seguridad llevaban a cabo el domingo un registro en relación con el atentado, añadió la entidad de seguridad.
El sábado por la mañana, los agentes habían detenido a un hombre de 18 años en el sur del país, por su presunta implicación en el ataque del viernes.
El atentado, el quinto en seis meses en Reino Unido, fue cometido con una bomba de fabricación casera colocada en un vagón de metro en hora pico, en la estación de Parsons Green, situada en un barrio acomodado del suroeste de Londres.
Antes de anunciar el cambio del nivel de alerta terrorista, la ministra del Interior había asegurado que era “demasiado pronto para sacar todas las conclusiones” y había prometido que se haría “todo lo necesario para entender” cómo se radicalizó el sospechoso de 18 años.
“Es una investigación que avanza muy rápido. Hemos realizado progresos considerables (…) y seguiremos haciéndolo lo mejor que podamos para reducir las amenazas en este país”, declaró el sábado la jefa de la Policía londinense, Cressida Dick.