Por: Acisclo Valladares Molina
Candidato todo aquel que quiera serlo, sin necesidad de un partido político, tal mi propuesta.
Nada cambiará, si no cambia el Congreso. Con José Ruben Zamora, Presidente de El Periódico, portaestandarte que ha llegado a ser del periodismo –mérito propio y estirpe– hemos tenido muchas coincidencias pero también una visión distinta –diametralmente opuesta– en cuanto a la posibilidad de reordenar el Estado algo que, en su criterio, solamente puede hacerse desde fuera (un como borrarlo todo y empezar de nuevo) en tanto que yo sostengo, por el contrario, que puede y que debe hacerse desde dentro.
¿Dónde los 500 justos para comenzar de nuevo, empresa en la que no pudo encontrarse ni a diez siquiera?
¿Dónde Los santos? ¿Dónde los puros? Dime de qué presumes y te diré lo que te falta reza la sabia sentencia popular y es aplicable a todos aquellos que se citan a sí mismos como casi virginales.
Sostengo que el cambio puede y debe hacerse desde dentro y así, desde estas páginas de Estado, reitero mi propuesta, una propuesta que pareciera inofensiva pero que puede cambiarlo todo: el cambio de la forma en que se elige diputados.
Si no cambia el Congreso nada, absolutamente nada, podría cambiar –lo he dicho y lo reitero– puesto que es el Congreso quien define el presupuesto y quien dicta las leyes.
Inútil resulta tener buenos jueces si las leyes injustas e inútil cualquier Presidente, el mejor, si absurdo el presupuesto.
Las leyes y el presupuesto los define el Congreso ¿Se precisa, acaso de explicación alguna? Lo que afirmo, lo ratifican los hechos.
¿Depuración del Congreso sustituyendo a los malos por los buenos? ¿Quiénes los malos y quienes los buenos? ¿Quién lo califica? El problema no son los diputados sino la forma en que se eligen: Cualquier justo, con el sistema actual, también sucumbiría.
Solamente existe una forma para cambiarlo todo, la elección de diputados por Distritos Pequeños, abolido el listado nacional; campañas baratas y cortas, de mano en mano, de puerta en puerta; tan solo dos años el periodo del diputado: Si lo hace bien, reelecto, pero, si mal, echado literalmente del Congreso; diputados indígenas, ganadores en múltiples distritos, diputados migrantes, ganadores en los distritos, que se deben establecer dónde se encuentran.
158 los Distritos y 158 los diputados, uno solo por distrito.
En cada distrito se gana o se pierde y, así, Usted sabrá, finalmente, quién es SU diputado.
¿Quién es su diputado? ¿Quién le representa Candidato todo aquel que quiera serlo, sin necesidad de un partido, tal mi propuesta. Basta con reformar un solo artículo de la Constitución el 157, para que esto sea posible y que cambie el
Congreso.
Todo lo demás: quejas o quejitas, lamentos y utopías –con todo respeto– no conducen absolutamente a nada.
Mi visión desde el Diario de Centro América, como siempre, al igual que lo hice en los últimos 12 años desde El Periódico, gracias a su generoso amparo, habrá de seguir siendo una visión de Estado, muy por encima de cualquier coyuntura de Gobierno.
Esta visión por demás independiente –acaso un hito histórico– llegará desde estas páginas y el sistema de Radios Nuevo Mundo: La solución, la única solución, tal y como decíamos ayer: el Sistema Electoral de los Distritos pequeños.
(continuará)