Por tercera vez en los años recientes el occidente del país, especialmente el departamento de San Marcos, se vio afectado por movimientos de tierra que provocaron daños a la infraestructura y desasosiego en gran parte de la población más pobre del país.
En esta ocasión, la diferencia respecto de los eventos anteriores, ha sido la intervención inmediata de la acción gubernamental al más alto nivel, para verificar los daños ocurridos, las necesidades de asistencia y el respaldo a los programas estatales de más largo plazo, para mejorar las condiciones de vida de la población perjudicada, en función de contribuir a reducir los riesgos frente a los embates de la naturaleza.
Hacia el territorio marquense, de Huehuetenango, Quetzaltenango, Quiché, Sololá y Totonicapán, estarán dirigidas las acciones gubernamentales, para garantizar que las y los guatemaltecos víctimas del temblor continúen su camino hacia el desarrollo.
Desde el viernes, el presidente Jimmy Morales encabezó una gira de trabajo por la región, acompañado de responsables de las carteras de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda; Desarrollo Social; Agricultura, Ganadería y Alimentación, así como del Cuerpo de Ingenieros del Ministerio castrense, para saber de primera mano, de qué manera el terremoto ocurrido en Chiapas, México, perjudicó a la población, y planificar cómo la población será atendida.
Los habitantes pueden esperar un alto grado de eficiencia y efectividad en las actividades, pues, como el mandatario expresó, estas se desarrollarán en coordinación con las autoridades locales y departamentales, como son las municipalidades y gobernaciones, donde los funcionarios técnicos pueden hacer valer su experiencia y conocimiento del terreno.
Asimismo, el jefe del Organismo Ejecutivo ofreció a los habitantes que la asistencia arribará lo más pronto posible, pero sin descuidar la debida transparencia.
Es notorio que las capacidades de prevención, control y principalmente de respuesta gubernamental frente a los embates del entorno siguen mejorando, de manera que los procesos para impulsar la prosperidad no se vean detenidos, y las poblaciones lastimadas, continúen su evolución.