Cuando de anime se trata es fácil diluirse en su contenido porque es grandísimo. Así, delimitaré diciendo que esta nota es para inexpertos. Para ver series de anime hay dos opciones: Netflix, que es servicio de pago y contenido limitado, y el otro es Animeflv.net, donde es fácil perderse de tanto que ofrece.
Sigo entonces con dos series. Una es actual y no ha terminado; la otra es un poco vieja, la trama permanece inconclusa (no se sabe si su creador por fin la terminará), pero ambas destacan por innovación y crudeza de contenido. Los giros narrativos te sorprenden con un nocaut a la sien.
Attack on Titan
Tiene un argumento aparentemente simple. La humanidad vive en una suerte de edad media. La población es diezmada por gigantes comehombres. Hay de cinco, diez, 15 metros de altura y mis favoritos: bestias colosales de 50 metros o más.
Las sorpresas y la tensión dramática hacen de la historia algo nuevo en cada dos o tres episodios. Cambian el curso de la historia, no es previsible. Pero también hay puntadas a la yugular: en un escenario así de apocalíptico, la lucha de clases aún es vigente. Los pobres son devorados primero, ¿traicionarías a tu especie? Esta serie nos lo evidencia: sí.
Este anime nos aprisiona en sus fauces cuando el pequeño Eren, el protagonista, ve como su madre es partida en dos de una mordida antes de ser masticada. La venganza de Eren no tendrá límites. Y aún hay más. Sin hacer grandes revelaciones, diré que Eren encontrará la forma de cobrárselas a estas criaturas, una por una. El secreto solo es creer en él.
Van tres temporadas y hay muchas dudas hay respecto a esta serie.No se sabe de dónde vienen los gigantes y qué logran con devorar humanos si al final los terminan regurgitando. Sí, como las serpientes con su comida. Shingeki no Kyojin es su nombre original, y aunque hay versiones en live action los fans advierten: “ni se les acerquen”.
Ahora Hunter x Hunter es protagonizada por un niño impetuoso,
Gon Freecss, y su amigo Killua Zoldyck, muchacho procedente de una familia de asesinos. A eso se le suma todas las grandes particularidades de las series de anime clásicas. Y ese es su don. En ella convergen los pilares de la animación nipona: torneos de artes marciales, entrenamientos, poderes sobrenaturales y diálogos majestuosos. Ya hemos dicho que no hay concesiones con los japoneses. Si el protagonista debe perderlo todo para bien de la serie, así será. Si debe morir, así sucederá, y si su ausencia en la historia hace que nos amarremos a cada nuevo episodio, así lo hará. Adelanto que no hay que encariñarse con los personajes: puede que nos los arrebaten de la manera más cruel.