Por: Jorge Antonio Jerez Lau
Hay una verdadera epidemia de lesiones por sobreuso, a medida que los deportes aumentan sus exigencias y empiezan a surgir combinaciones entre unos y otros, pasando por la modalidad de los deportes extremos.
Es alarmante el aumento de este tipo de lesiones en menores. Estas han estado a la vista de los ojos de todos sin podernos percatar de qué es lo que sucede y que de alguna manera siguen un patrón, según el artículo de nuestro buen amigo el doctor Bert Mandelbaum publicado en agosto de, en el cual menciona que, por ejemplo, se ha demostrado que en los gimnastas suceden algunas cosas interesantes, como en aquellos jóvenes que se quejan de dolor en la muñeca se pudo evidenciar que el radio a nivel de la muñeca es más largo que el cúbito, lo que provoca dolor, o sea una deformidad ocasionada por el ejercicio extremo, que algunos llaman ¡adaptación!
Ejemplo claro es que las gimnastas pueden terminar con extremidades superiores más largas que lo normal, convirtiéndose esto en una “ventaja deportiva”.
Estos atletas tienen un promedio mayor de 24 horas de entrenamiento a la semana, y se ha demostrado que el tipo de ejercicio daña los núcleos de crecimiento de los huesos de los deportistas jóvenes, y como dijimos que no han alcanzado su desarrollo físico de crecimiento completo, por tal razón su estatura es baja.
El éxito del mejoramiento de la condición física depende de un buen manejo de la cargas sin provocar daño físico. Las lesiones, por ende, por sobreuso o por estrés se provocan básicamente por sobrecarga debido al abuso del ejercicio.
Siendo el reto de los preparadores físicos la aplicación de cargas adecuadas para provocar un mejoramiento físico que permita al atleta adaptarse, pero sin sufrir daño.
Los médicos que vemos deportistas debemos estar atentos a los síntomas de aquellos cuyas manifestaciones por lesiones por sobreuso pueden ser variadas y diversas: todas estas asociadas a dolor, aunque claro, no todo es sinónimo de lesión por estrés; estando de acuerdo en que lo más común es la base del quinto metatarsiano, la parte media de los metatarsianos, la tibia, fémur, el cuello femoral, está última es una emergencia, pues puede dejar secuelas importantes; pero también se considera lesión por estrés a la osteocondritis de la tuberosidad anterior de la tibia, que para fines prácticos es donde se inserta el tendón rotuliano.
