La ecuación es simple: el 60 por ciento de la humanidad come pescado, por lo que preservar los océanos es la única forma de asegurar la dieta alimentaria global, advirtió la presidenta del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Yolanda Kakabadse.
A orillas del océano Pacífico, en la ciudad chilena de La Serena (centro-norte), Kakabadse, exministra de Medio Ambiente de Ecuador, dice que la pesca ilegal, la sobreexplotación, los efectos del implacable cambio climático y la falta de voluntad política para priorizar la conservación completan un cóctel explosivo para los mares.
Con este panorama es impostergable que el IV Congreso Mundial sobre Áreas Marinas Protegidas, Impac4, que se desarrolla en La Serena, genere una hoja de ruta clara que establezca planes de manejo viables para proteger al menos el 30 por ciento de los mares.
“En este momento, el 50 por ciento de los arrecifes de coral están impactados y si no hacemos algo pronto en los próximos treinta años, para la mitad de este siglo habrán desaparecido”, expuso la ecologista, quien alertó sobre que existe una sobrepesca indudable en todas partes del mundo.
La contaminación que lanzamos a los océanos de sustancias químicas de vertientes que vienen de áreas urbanas, de plásticos, cada uno de esos elementos que arrojamos en el mar como si fuera un gran basurero están destruyendo a las especies y la calidad del océano, resaltó la entrevistada.
“Esperamos lograr un acuerdo para incrementar las áreas marinas protegidas, pero con planes de manejo. Un segundo acuerdo es que tenemos que prestar mucho más atención a las comunidades que viven de las áreas protegidas o en ellas. Y la única manera de lograr buenos resultados es lograr acuerdos internacionales y penalizaciones fuertes”, expuso
Kakabadse.