Nueva York inauguró hoy el baile de las semanas de la moda de otoño, con los grandes nombres de la alta costura en busca de la mejor receta para dominar las redes sociales y seducir a la generación Y.
Tom Ford, de regreso en Nueva York tras una escapada a París, será el primero en las pasarelas de este vals bianual esta noche, en el cual modelos y celebridades encadenan castings, desfiles y lujosas fiestas.
Entre los desfiles más aguardados está la segunda temporada del diseñador Raf Simons para Calvin Klein. Ya fue celebrado en la New York Fashion Week de febrero pasado, con un desfile vanguardista concebido con el artista estadounidense Sterling Ruby que renovó totalmente la imagen de esta marca.
Considerado uno de los más brillantes de su generación, el belga que llegó a CK desde Dior atrapó al toro por los cuernos para alcanzar su objetivo y aumentar las ventas. Modernizó el logo y otorgó a la tienda emblema de la Avenida Madison el mismo tono que el desfile de febrero, bajo aplausos de los críticos.
Aunque muchos grandes nombres de la moda estarán presentes en esta NYFW,, la Gran Manzana siente la partida de varias colecciones a París o Los Ángeles.
Nueva York en un pozo
Al exilio de Tommy Hilfiger o Rodarte se sumaron los de Proenza Schouler y Joseph Altuzarra, que anunciaron que desde ahora desfilarán en París. “Cuando un gran nombre como Altuzarra anuncia que se va, es un pequeño debilitamiento de Nueva York como plaza importante de la creatividad”, subrayó René Célestin, fundador de la empresa de producción de desfiles Obo.
El contexto político, con un Donald Trump detestado por los medios artísticos, no ayuda, opinó.”Pero todo esto no tiene nada de irremediable”, aseguró Célestin. Otras capitales de la moda como Londres o Milán han pasado por períodos así antes de rebotar. “Es un ciclo normal”, apuntó por su lado Imran Amed, fundador y redactor en jefe del sitio especializado Business of Fashion, basado en Londres.
Para Amed, la búsqueda de la capital más apropiada por parte de las marcas es solo un síntoma de las mutaciones que sacuden al sector, trastornado como otros por las ventas por Internet, el rol dominante de las redes sociales y el lugar tomado por los millenials, como se llama a los integrantes de la generación Y. “Hay tantos nuevos modelos económicos con los cuales experimentar. Los ejecutivos están concentrados en esta brecha generacional; los nuevos consumidores y millenials representarían 45 por ciento de la industria del lujo de aquí al 2025. Crecieron con valores totalmente diferentes, con la tecnología, y quieren una relación diferente con sus marcas”, explicó.
Estrellas de Instagram
Entre los ejemplos de esta mutación figuran las recientes colaboraciones de Coach con Selena Gomez, cantante de 25 años con 126 millones de seguidores en Instagram, y de Burberry con la estrella china del pop Kris Wu.
Otra tendencia, sobre todo en Nueva York: la llegada de modelos llenitas. Michael Kors tuvo una inmensa repercusión en febrero al colocar en pasarela a la más famosa de ellas, Ashley Graham. Seguida por unos 5 millones de internautas en Instagram, Graham promete ser una de las reinas de la semana. Mostrará orgullosa su talle 48, no solo en los podios, sino también como invitada de honor de varias galas, entre ellas la de los Fashion Media Awards.
Ese evento premiará también a una de las modelos más famosas del momento, Kendall Jenner, con el título de Ícono de la moda de la década. Esta recompensa suscitó varias críticas: Jenner solo tiene 21 años y su éxito es reciente, pero la elección muestra el poder de Internet, ya que la joven integrante de la familia Kardashian-Jenner es capaz de hacer explotar las redes sociales.
¿Qué otro personaje emergerá del torbellino de tuits y fotos en Instagram? La estrella pop Rihanna estará presente con el desfile de su marca Fenty (con Puma), programado para el domingo y también el rapero Kanye West, que presentará la sexta colección de su marca Yeezy.
*AFP.