Tenés que ser de sangre amarga para disfrutar del humor retorcido del abuelo Rick y del primo Morty. Van tres temporadas y esperamos que dure lo que la creatividad les permita. Nada de mantenerlos vivos a la fuerza, conectados al aparato de respiración artificial, como pasa con The Simpsons.
Solo he visto las primeras dos sesiones (más de una vez cada una), debido a lo hilarantes que las encuentro y porque solo esas están en Netflix. No es que sea para gente negativa, o su humor sea para amargados, lo que sucede con esta serie es que elevan el cinismo a un estado sublime. Es la caricatura que el Dr. House vería y que Joker escribiría.
“Nadie existe a propósito. Nadie pertenece a ninguna parte. Todos vamos a morir. Vení a ver la tele”, Morty.
Robo el título de Ryszard Kapuściński y diré que los cínicos sí sirven para esta serie. Creo que un cínico es un sensible al que la realidad le envenenó el alma; entonces diré que cada broma o chiste que vemos en esta serie es un festín de risas para un cínico. Acá no hay perdones, todos son culpables.
El protagonismo se divide en dos: Morty, un chico temeroso pero idealista al que la realidad le demuestra que, ni teniendo superpoderes, las cosas cambiarán. El Universo es caos, nunca habrá orden, aunque así lo parezca. Morty tiene un corazón inmenso solo equiparable con su inocencia. Aunque a veces ambas desaparecen.
La otra parte del protagonismo la tiene Rick, el abuelo cascarrabias dueño de una mente brillante, tan grande y sorprendente que lo persiguen en todo el Universo. Eso no le quitará el sueño, así docenas de galaxias se movilicen para perseguirlo. Lo que sí lo pone de mal humor es no satisfacer sus malos hábitos. Diré que es alcohólico, solo por mencionar al vicio políticamente correcto.
De más está decir que es una serie para adultos con un criterio realmente amplio. Es la caricatura para ver luego de un mal día de trabajo. Es ese hálito que necesita nuestro ser cuando las cosas van mal. Un poco de risa socarrona no mata el alma ni la envenena, la energiza para continuar en este valle de lágrimas.
Abuelo y nieto viajan por el Universo y entre dimensiones en una sarta de aventuras que además de ser divertidas, lindan en lo absurdo, incluso ridículo, pero que siempre hacen reír. Sus escritores Justin Roiland y Dan Harmon demuestran que superan a proyectos como The Simpsons o South Park.
Decepción fílmica: The Circle
Salió hace poco con Emma Watson como Mae. En tercer plano figuran Tom Hanks, Patton Oswalt y John Boyega. Allá, hasta atrás, Bill Paxton. Es como decir que The Circle es la mutación de Facebook y Google, más una teoría de conspiración mala y triste. No tirés 110 minutos de tu vida en una cinta previsible.