Ver perforada la red de su portero por primera vez en el vigente Torneo, ser dominado por breves instantes y enfrentar a un segundo rival al mismo tiempo, como la alta temperatura registrada ayer en la Costa Sur, fueron condiciones insuficientes para encrespar al Deportivo Petapa, que venció a domicilio 1-4 a Siquinalá y se confirmó en el liderato de la clasificación del Apertura 2017.
La fórmula Pereira-Mejía (Janderson y Carlos), aplicada en ataque, fue la mejor arma de la escuadra auriverde para hilvanar su cuarto triunfo de la competición, llegar a 13 puntos y tomar distancia de 5 unidades de sus más cercanos perseguidores, Malacateco y Comunicaciones.
El susto vivido en el minuto 10 con el disparo, casi sin ángulo, de Luis Arroyo, con el que incrustó la pelota en el fondo de la cabaña del cancerbero visitante, Víctor Bolívar, y que sirvió para poner en ventaja a la representación naranjera 1-0, lejos de aminorar a la máquina miguelense, esta lo recibió como el revulsivo que necesitaba para intensificar su ataque, replantear su estrategia y buscar la victoria.
Aunque esa diana les cortó una racha de 360 minutos sin recibir gol, los dirigidos por el argentino Ramiro Cepeda “no bajaron los brazos”, según las mismas conclusiones de los protagonistas de la ganancia, por lo que al 34 el brasileño Pereira marcó el empate con un remate frontal que consiguió estampar gracias a la asistencia de su socio en goleo: Carlos el Cuilapa Mejía.
Con los motores completamente carburados, los periquitos dramatizaron su segundo festejo del día después de un disparo del Cuilapa que, sin fuerza pero con soberbia colocación, sirvió para dormir la esférica en el ángulo superior derecho del portero Ricardo Méndez, quien sustituyó a Luis Pedro Molina, y así poner el 1-2 en el marcador, con el que se fueron al descanso.
En el complemento, en el que la escuadra siquinalense no reaccionó, Pereira marcó el 1-3 con una diana conseguida con el pecho, y que en el 71 Mejía silenció a la porra local con el definitivo 1-4, lo que hizo estallar de furia a los fanáticos que pidieron la salida del técnico César Balcárcel, quien lideró el ascenso del equipo a la Liga Mayor.