Tras los atentados en las ciudades españolas de Barcelona y Cambrils, se han producido otros sucesos que tienen en alerta a las fuerzas de seguridad de Francia, Rusia, Afganistán y Grecia.
En los hechos en la nación ibérica, reivindicados por el Estado Islámico, personas de al menos 35 nacionalidades han sido las víctimas, de las cuales 14 murieron. Además, 5 sospechosos fueron abatidos.
El viernes, en la plaza del mercado de Turku, Finlandia, se produjo un ataque con arma blanca que dejó 2 muertos y 8 heridos, y las autoridades calificaron el incidente de atentado terrorista.
En ese contexto, los funcionarios rusos afirmaron que investigan al más alto nivel una agresión con cuchillo cometido en la ciudad siberiana de Surgut, que dejó 7 heridos hace 2 días, y fue reivindicado por la organización yihadista.