Una de las percepciones del turismo hacia Guatemala es que este país es inseguro, la cual afectó de manera severa los ingresos económicos generados por la industria sin chimeneas.
Según el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), en 2005 comenzó a decrecer la llegada de los visitantes que tradicionalmente ingresan la primera semana de agosto en nuestro territorio: los salvadoreños, atraídos por los destinos considerados los mejores de la región.
En ese entonces, las autoridades de turno prestaron poca atención al caso, a pesar de que el turismo es uno de los rubros importantes en la economía, especialmente para las comunidades que son frecuentadas.
La seguridad y las carreteras mejoradas, además de los programas de promoción, entre otros factores, fueron determinantes para que este año el arribo de dicha población se incrementara, en comparación con el año pasado, con tendencia a alcanzar el número de visitas de hace 12 años.
En este sentido, el Inguat y la Policía Nacional Civil (PNC) informaron ayer que se recibió la visita de 63 mil 715 salvadoreños, entre el 29 de julio y el 5 de agosto, lo que representó un incremento del 23 por ciento, en comparación con el mismo período de 2016.
De acuerdo con la institución, la derrama económica inyectada por dichos foráneos centroamericanos alcanzó los US $16.25 millones (Q118 millones 137 mil), con una estadía promedio de 3 días.
Uno de los datos más importantes, quizás, es que en esta ocasión no se registró ningún hecho delictivo en contra de los viajeros, lo cual refleja que existe interés por garantizar la vigilancia en las carreteras y los sitios de distracción.
Las cifras mencionadas demuestran que se está recobrando la confianza de los vecinos del sur, no solo en lo relativo a los atractivos turísticos, sino en el tema de seguridad; este último, determinante para una estadía placentera en cualquier parte del mundo. El país está en la senda de mejorar su imagen en el exterior.