El año pasado, las remesas enviadas por los guatemaltecos en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, representaron no menos de US $7 mil millones (Q51 mil millones) para la economía del país.
Al 31 de julio de 2017, según el Banco de Guatemala, ya se habían superado los US $4 mil 700 millones (Q29 mil millones), y se proyecta que al cierre del período se sobrepase la cifra de 2016.
Lo anterior es el fruto del esfuerzo de los connacionales, especialmente en Norteamérica, lo cual repercute de manera positiva en la economía familiar y, consecuentemente, de la nación.
Tomando en cuenta la importancia de esos aspectos, el Gobierno ha considerado, como pilar de la política exterior, la protección y apoyo a los guatemaltecos que luchan allende nuestras fronteras por mejorar las condiciones de sus seres queridos.
En ese contexto, el presidente Jimmy Morales, mediante el Ministerio de Relaciones Exteriores, ha hecho esfuerzos por aumentar la red consular, con el fin de atender las necesidades de los connacionales en diferentes regiones de EE. UU., sin importar su estatus legal.
Una de las metas es inaugurar 11 consulados más en ese territorio y 4 en México, en las ciudades ubicadas en la ruta que cruzan los indocumentados en busca del sueño americano.
Como parte de esos esfuerzos, el viernes se abrió el Consulado General de Guatemala en Seattle, Washington, con el que se espera beneficiar a no menos de 90 mil conciudadanos que residen allí, en Oregon, Idaho y Montana.
Se atenderá la emisión de pasaportes, Documento Personal de Identificación, registro civil, inscripciones de nacimiento, matrimonio y defunciones, legalizaciones, extensión de visas a extranjeros y supervivencias, entre otros servicios.
Con estas acciones se demuestra que los emigrantes chapines no son vistos como cifras o números. El mandatario ha instruido para dar trato integral a quienes viven en EUA, van en camino o son deportados, especialmente a la niñez.
En el Aeropuerto Internacional La Aurora se han habilitado instalaciones para recibir de manera digna a los menores retornados. También se ha acompañado a los familiares de los fallecidos en su intento por llegar a la Unión Americana. En síntesis, esta población ya no está sola.