Distintas coreografías, vestuarios y melodías se mezclan para llevar a los espectadores a un mundo mágico. Ese que, durante este mes, creará el Ballet Nacional de Guatemala para su temporada oficial con las obras Esperando, Sueño de una noche de verano y Don Quijote. Esta última se presentará mañana las 19:00 y el domingo a las 17:00 en la Sala Efraín Recinos del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Costo: platea Q50 y balcón Q30.
¡Para todos!
De acuerdo con Sonia Marcos, directora del Ballet Nacional de Guatemala, la compañía busca expandir el universo de sus montajes con el estreno de estas tres piezas que van de lo clásico a lo contemporáneo.
Atemporales
Don Quijote, la obra que corta el listón de la temporada oficial, es un clásico de la literatura universal, pero además es uno de sus espectáculos más representativos de esta institución perteneciente al Ministerio de Cultura y Deportes. Aunque, esta vez, destacó Marcos, se mostrará una versión totalmente nueva que significó todo un reto para el cuerpo de bailarines.
Con música de Félix Mendelssohn y plagada de fantasías, el amor y la magia se entrelazan en Sueño de una noche de verano, basada en el texto homónimo del dramaturgo inglés William Shakespeare. En este caso, los integrantes del grupo recrearán el romance de dos parejas nobles, y a unos cómicos y míticos personajes que viven en el bosque.
Cambio de técnica
La pieza Esperando, que incluye movimientos neoclásicos, es una creación especial que Erwin Schumann, coreógrafo suizo, otorga al Ballet Nacional. La historia se basa en el camino de la vida que todos recorren: espera, dificultades, ilusiones y sueños; pero también en un presente con recuerdos del pasado e imaginaciones del futuro. “Tiene un tinte más contemporáneo y la técnica cambia. De hecho, las bailarinas no usarán zapatillas de punta”, afirmó la directora.