Dos meses y medio duró el período de receso del Organismo Legislativo (OL), tiempo durante el cual los diputados y comisiones se enfocaron en la creación de nuevas leyes y en dictaminar sobre iniciativas existentes.
Además, era el espacio ideal para llegar a consensos respecto de decisiones que deben tomarse en el pleno; sin embargo, aún existen pendientes que deberán ser abordados durante el segundo período ordinario, que se inicia mañana y concluye el 30 de noviembre.
Según el presidente del Congreso, Oscar Chinchilla, durante el período de receso, que se inició el 16 de mayo, las funciones como tal no se detuvieron, pues la comisión permanente se encargó de convocar a los diputados para continuar con la discusión de la agenda.
Productividad
Hasta el 28 del mes recién finalizado, la Dirección Legislativa contabilizó 34 iniciativas recibidas, 13 en mayo, 9 en junio y 12 julio.
La labor de las comisiones parlamentarias, en cuanto a dictaminar las propuestas asignadas, se resumió en 14 proyectos dictaminados. De esa cifra, 7 tuvieron resolución beneplácita, en tanto que el resto fueron desfavorables.
Las comisiones más participativas en este sentido fueron la de Legislación y Puntos Constitucionales, Previsión Social, Finanzas, Salud, Cultura y de la Mujer.
Por otra parte, durante las 14 sesiones extraordinarias que se convocaron para el período, se emitieron 3 decretos, iniciando con el 9-2017, que aprobó la Convención sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal.
Mientras, el 10 y el 11 reforman la Ley Nacional para el Desarrollo de la Cultura Física y el Deporte y la Ley para el Fortalecimiento de la Seguridad Vial, respectivamente.
En cuanto a acuerdos legislativos, fueron 5 los aprobados, del 16 al 20, entre los que resaltan las 2 prórrogas del estado de sitio en Ixchiguán y Tajumulco, San Marcos, y el correspondiente a la elección del nuevo procurador de los derechos humanos.
Procesos aplazados
Durante el receso, Chinchilla confiaba en que se avanzara en la discusión y aprobación de diversas iniciativas relevantes, como la que pretende reformas a la Ley de Presupuesto, Ley de Aguas y la Ley de Agricultura Familiar, entre otras, pero no se logró que fueran conocidas en el hemiciclo.
Asimismo, quedó pendiente encarar responsabilidades como la elección de las autoridades del Consejo Nacional del Migrante de Guatemala, para que los guatemaltecos sean atendidos; el nombramiento de los representantes de ese organismo en el Registro Nacional de las Personas, que llevan más de tres años sin esa designación, y la elección de los delegados ante la Junta Monetaria, que la Corte de Constitucionalidad ordenó repetir.
También se espera la aprobación de las leyes de competencia y factoraje, así como las modificaciones para la conformación del Consejo de la Carrera Judicial y la discusión de las reformas constitucionales, que no fueron abordadas y de las cuales solo se han conocido 7 de un paquete de 25.
Opiniones
Para Marvin Orellana, segundo vicepresidente del OL, la labor legislativa se debe analizar no solo por el número de iniciativas, decretos y dictámenes, sino también por la calidad y temas que se han abordado.
En este sentido, “se debe reconocer el esfuerzo que los diputados han hecho, aunque no se ha cumplido al cien por ciento”, explicó Orellana.
Por aparte, Fernando Linares Beltranena, del Partido de Avanzada Nacional, dijo que a su parecer el trabajo ha sido aceptable, si se justifica el tiempo de análisis que se lleva cada propuesta de normativa para su aprobación o no, pues la “ley no se hace, se descubre”, aseguró.
Marielos Fuentes, analista de Guatemala Visible, aseguró que muchos de los estancamientos se deben a la descoordinación que existe entre las comisiones, que muchas veces duplican esfuerzos para llevar a cabo un trabajo.
“Deben tener claro conocimiento de lo que manda la Ley Orgánica del Congreso, para hacer ágil el trabajo y no entorpecer el dictamen de propuestas o presentar varias iniciativas con el mismo enfoque”, puntualizó Fuentes.
