Para que las herramientas sumen a la prevención se necesita estandarizar cifras, usar la información en políticas públicas e innovar el conocimiento.
unto a la importancia de abordar el comportamiento del delito de forma preventiva, surgen nuevas herramientas que coadyuvan a cumplir con el cometido. Para aplicar esos instrumentos, es necesario identificar los cuatro problemas que más acechan a los países de la región en la actualidad: violencia homicida, victimización de la población, sobrepoblación carcelaria y la percepción de inseguridad.
Al respecto, el estudio llamado Información para la prevención del delito y la violencia, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), hace reflexionar sobre algunos elementos con los que ya contamos para tratar los cuatro problemas, pero que en su mayoría necesitan ser mejorados.
El primer caso se refiere al trabajo de recopilación que cada país realiza sobre los delitos cometidos y los observatorios del delito que se han implementado, identificando como reto principal el unificar las cifras para que sean útiles en la toma de decisiones. Otro elemento de suma importancia es la encuesta, especialmente la de victimización, porque llena vacíos que pudieran dejar el registro de la comisión de delitos realizado por agencias oficiales, son registros valiosos porque cuentan con la validación ciudadana.
La desventaja, en este caso, como en cualquier encuesta que pueda realizarse, es el error muestral y el no muestral.
Las herramientas tecnológicas y el Big Data es una tercera herramienta que ha tomado auge en los
últimos años, pero nuevamente encontramos que mientras no exista una homogenización de los registros, la utilidad de las herramientas no alcanzará el potencial que puedan tener.
En conclusión, las tres áreas que el estudio en mención recomienda trabajar son la estandarización de la estadística, a través de metodologías y recomendaciones internacionales, adecuándolas a la realidad del país.
Por su lado, el uso de la información para las políticas públicas toma mayor ventaja si es desagregada en diferentes variables.
Por último, la innovación y el conocimiento, es decir, aprender de las experiencias y los resultados no tan satisfactorios para tomarlos como lecciones aprendidas y transformarlos en buenas prácticas.
Como dijimos antes, algunas herramientas ya se aplican, siendo una ventaja para fundamentar la toma de decisiones en la prevención del delito.