Tras 6 años de trabajo incansable a favor del ecosistema manglar en el país, el Instituto Nacional de Bosques –Inab– y el Instituto Privado de Investigación –Icc– ratifican su compromiso con el ecosistema manglar, al firmar un convenio de cooperación interinstitucional. Con ello evidencian el interés por continuar con esta labor, que ya ha dejado resultados positivos para el país.
Desde el año 2011 ambas instituciones han trabajado en búsqueda de concientizar y educar sobre los ecosistemas forestales estratégicos, su importancia además, de la necesidad de conservar y aumentar la cobertura forestal en la Costa Sur. Producto de ello se han ejecutado varias iniciativas, como el establecimiento de viveros forestales, base fundamental del trabajo de rescate del mangle. Derivado de todo el trabajo con Icc y también por la Estrategia de Establecimiento de Viveros y Restauración del Paisaje Forestal, creada en el 2013, se ha producido más de 1.5 millones de árboles con alianzas estratégicas comunitarias, municipalidades e Instituciones de Gobierno, logrando un establecimiento de 197 viveros, de los cuales 153 son comunitarios, 34 municipales, 6 en oenegés, 1 en entidad de Gobierno y 3 propios, haciendo un total de 33 hectáreas, a la fecha donde diferentes comunidades han participado.
Así también podemos hablar del establecimiento de 53 parcelas permanentes en el ecosistema manglar en todo el país, 2 están bajo la responsabilidad directa de Icc, 5 del Inab y el resto bajo la responsabilidad de aliados estratégicos en coordinación con el Inab. Con la firma de este convenio se fortalecerán considerablemente todas las acciones ya encaminadas y, tomando en cuenta que este 26 de julio se celebró El Día Internacional para la Defensa del Ecosistema Manglar, no puede existir mejor fecha para un compromiso formal en beneficio no solo de los manglares, los bosques y el medio ambiente, sino para todo un país. Solo trabajando unidos podremos recuperar la Guatemala de nuestros antepasados, aquella que logró inspirarlos a tal punto que decidieron nombrarla Quauh-tlemallan que en el idioma Náhualt significa Lugar de muchos árboles. Más bosques, más vida.