Relatos entrañables, ingredientes ancestrales y la riqueza de la gastronomía nacional se mezclan en Más que un tesoro, recetas guatemaltecas con historia. Para su segundo libro, la chef y periodista Euda Morales presenta nuevos personajes, pero también platillos locales poco conocidos.
Viaje
Más que un tesoro, recetas guatemaltecas con historia ofrece un paseo de ida y vuelta por nuestra riqueza culinaria, aderezado por 10 narraciones. El recorrido es guiado además por personajes reales, como un niño pescador de Livingston o una pequeña que se sabe a la perfección los senderos del bosque, a quienes Euda Morales ha conocido durante sus constantes viajes al interior del país.
Cada relato está acompañado por las preparaciones que la chef considera “menos comunes” en la gastronomía nacional. Entre estas, la tapisca, la machaca o el iguashte con chaya, una hoja poco conocida, pero de alto valor nutricional. “Las tradiciones siguen vivas, pero lo importante es que otras personas las conozcan y, más que eso, que se animen a cocinarlas”, expresaMorales.
Después de colaborar con distintas publicaciones, en 2014, Morales lanzó Tesoros, recetas con historia, que fue seleccionado como el mejor libro de cocina de Guatemala de ese año por los Gourmand Cookbook Awards. Por eso, para su segundo título, la periodista gastronómica quiso mejorar diferentes aspectos: “Uno se vuelve más exigente y por eso le di un nuevo giro. Mantuve la misma disciplina de investigación, de conocer a los personajes y de tener cuidado al transcribir las preparaciones, pero cambié el formato y las ilustraciones, que son obra de Michelle Gil”.
Aunque el diseño parece destinado a los lectores infantiles, Morales afirma que puede ser disfrutado por cualquier persona, incluso aquellas con escasa práctica culinaria. “El reto es que la cocina nacional, primero la apreciemos y preparemos localmente, para que luego cruce fronteras”, explica la chef.
Misión
Morales recordó aquel período en el que, viviendo fuera del país, comenzaron a pedirle notas de la gastronomía guatemalteca. Al no tener demasiados datos y carecer de bibliografía, decidió emprender un viaje que la llevara directo a la fuente. “Me propuse conocer los lugares y las cocinas, ver cómo preparaban los platillos y degustarlos”, declara. Sin duda, su misión la cumple con este título y también con Macadamia, el espacio de opinión que cada martes publica en esta sección del Diario de Centro América.