El acceso a la educación es todavía una tarea pendiente
Guatemala es un país con una riqueza extraordinaria en múltiples áreas, mencionaré algunas: el ambiente, con una diversidad de flora y fauna especial, la variedad de climas envidiable para los extranjeros, en minutos podemos pasar del calor al frío o por una temperatura media, y el colorido de la vegetación puede cambiar de forma rápida. La diversidad cultural es otro de los aspectos que nos distingue; somos cuatro pueblos, cada uno de ellos con su cosmovisión, idioma, forma de vestir y con grandes elementos que los hacen únicos. Contamos con una riqueza monumental heredada por nuestros ancestros mayas, ruinas impresionantes, conocimientos matemáticos, astronómicos, gastronómicos, agrícolas entre otros, la cultura maya aportó grandes inventos para la humanidad, es más valorada afuera que en nuestro país. Quien nos ve desde afuera se extraña que, con tanta diversidad y riqueza, seamos un país donde abunde la pobreza y que la desnutrición crónica sea una triste realidad para la mitad de los niños guatemaltecos. El acceso a la educación es todavía una tarea pendiente, especialmente para niños entre 0 y 6 años y jóvenes entre 13 y 18 años. El acceso a la salud de igual forma se torna limitado. Además somos un país violento, la muerte está cada día presente. Somos un país con grandes desigualdades, el país con más aeronaves privadas que cualquier otro en nuestra región centroamericana y unos pocos son los dueños de los medios de producción, una sociedad en donde la corrupción se hizo parte de las prácticas rutinarias, casi consideradas como normales. Los actos realizados por malos guatemaltecos han restado impuestos y otros recursos a la población, recursos económicos que de por sí ya son escasos y que han acrecentado las cuentas de personas sin escrúpulos, que se han convertido en los nuevos ricos a costa de dejar de hacer o hacer a medias y con mala calidad, proyectos de impacto para los guatemaltecos.
Somos un país con mucha riqueza y contradictoriamente con muchas necesidades, está en nosotros los guatemaltecos hacer un cambio de rumbo, para que aprovechemos todo nuestro potencial como país y como sociedad, para tomar las cosas buenas y caminar hacia un horizonte promisorio.