Demostrar que se necesita un nuevo PDH que se acerque al pueblo.
El abogado quetzalteco Jordán Rodas Andrade fue electo por 131 votos a favor de los 135 en el Congreso de la República, le corresponde el séptimo puesto que ocupa tan diligente profesional del derecho, que tiene muchos retos en esa noble institución, que actualmente ha sido tachada de defender a delincuentes.
Como magistrado de Conciencia el licenciado y máster Jordán Rodas Andrade, tiene grandes retos para convertir esta entidad en una institución que demuestre a la población guatemalteca que los derechos humanos son una filosofía que debe ser implantada e impartida en los centros educativos del país como él mismo lo afirmó a medios locales, y quitar de la mente de los guatemaltecos que no sirven para nada, sino al contrario, bajo este mandato saber que todos los guatemaltecos los tenemos y como seres humanos podemos hacer uso de ellos.
El nuevo ombudsman, con un currículum tan brillante y lleno de muchos brillos, merece una oportunidad y demostrar que se necesita un nuevo PDH, que se acerque al pueblo, y que todos valemos por igual a todos, y que los Derechos Humanos merecen respeto y es necesario que los guatemaltecos tengamos en nuestras cabezas, que es uno de los mayores logros, para conformar una nueva sociedad en la que todos tengamos acceso a ellos.
El nuevo Defensor del Pueblo dejó bien claro que la institución que dirigirá, no es para defender a los delincuentes y que cualquier persona que no tenga quien lo defienda, puede solicitar un abogado en el Instituto Público de Defensa Público Penal, que para ello tiene otra función esta otra institución del Estado.
Se percibe que el nuevo Procurador, tiene buenos planes de trabajo y que darán un nuevo vuelco a la institución, que la pondrá a trabajar a favor de la población guatemalteca, y que realmente no hará unas funciones puramente de oficina, sino que se acercará a la población guatemalteca más necesitada y llena de muchas expectativas, y que, sobre todo, cumplirá con su misión como se lo exige, no solo el Congreso de la República, sino el pueblo de Guatemala.