El controvertido presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), Ángel María Villar, fue detenido ayer, en el marco de una investigación por supuestos delitos de corrupción, llevando a la suspensión de la Asamblea federativa, que debía fijar el calendario de la Liga.
Villar, que lleva 29 años al frente de la RFEF, fue detenido junto a su hijo Gorka, antiguo directivo de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol).
Junto a ellos fueron arrestados el vicepresidente económico de la RFEF y presidente de la Federación Tinerfeña de Futbol, Juan Padrón, y el secretario de esta última institución, Ramón Hernández Boussou, informó la Guardia Civil.
La detención de estos directivos ha llevado al aplazamiento, “hasta nueva fecha”, de la Asamblea General de la RFEF, prevista para mañana, en la que se tenía que fijar el calendario y los partidos de la próxima temporada 2016/2017 de la Liga.
La Justicia sospecha que los detenidos pudieron haber cometido “delitos de administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad documental”, según un comunicado de la Guardia Civil.
Trato de favor
Villar, también vicepresidente de la UEFA y de la FIFA, habría impulsado la celebración de partidos de la Selección española, principalmente amistosos, buscando “contraprestaciones para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio de su hijo”, afirmó la institución de seguridad.
Por su lado, Padrón también habría impulsado la contratación de empresas “de las que pudo obtener un beneficio propio”, al tiempo que junto a Baussou habría
desviado fondos de la entidad.