La pasión por la lectura es única, pues resulta placentero tomar un libro y dejarnos transportar hacia épocas y lugares inimaginables.
“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”, dijo el escritor español Miguel de Cervantes Saavedra. En tal sentido, como todos los años, se lleva a cabo la Feria del Libro en Guatemala (Filgua), en su decimocuarta edición, dedicada en homenaje al premio nobel de Literatura en 1967, Miguel Ángel Asturias. La lectura es esencial para el cerebro e indispensable para el aprendizaje, forjadora de la capacidad intelectual. Si todos tuviéramos la oportunidad de asir un libro y viajar en sus páginas, adentrándonos en su interior, recorreríamos en corto tiempo grandes distancias y aprenderíamos de la cultura y la historia de otras latitudes guiados por las palabras y la experiencia de sus autores.
“Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos insumisos, y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría”, expresó el también premio nobel de Literatura en 2010, Mario Vargas Llosa. De esa cuenta, la actividad que inició del 13 al 23 de julio de este año, en el Fórum Majadas, en la zona 11, cuenta con la presencia de escritores tanto nacionales como extranjeros, quienes compartirán pormenores de su quehacer literario con los comensales. Además, los libros esperan ansiosamente acercarse a sus posibles receptores para encaminarlos en la ruta del conocimiento. Sin duda, la pasión por la lectura es única, pues resulta placentero tomar un libro y dejarnos transportar hacia épocas y lugares inimaginables, hasta llegar al éxtasis que el mundo de las letras produce.
“Si esta nación es tan sabia como fuerte, si queremos alcanzar nuestro destino, entonces necesitamos más ideas nuevas, más hombres sabios, más libros buenos en más bibliotecas públicas. Estas bibliotecas deben estar abiertas a todos, excepto al censor. Debemos saber todos los hechos, escuchar todas las alternativas y oír todas las críticas. Acojamos libros polémicos y autores controvertidos”, enfatizó John Fitzgerald Kennedy, expresidente de los Estados Unidos de América. En ese contexto, en nuestro país debemos fomentar, aún más, el hábito de la lectura, promover más espacios literarios para que nuestra niñez y juventud dé rienda suelta a su imaginación, sobre todo en las áreas rurales en donde los libros y la lectura de textos escolares son escasos o nulos.
El poeta chileno Pablo Neruda, a quien también le fuera otorgado el Premio Nobel de Literatura en 1971, subrayó: “Los libros que te ayudan más son los que te hacen pensar más. La forma más dura de aprender es con la lectura, pero un gran libro de un gran pensador, es un barco de pensamientos, profundamente cargado de verdad y belleza”. Estimado lector, no pierda la oportunidad de asistir al festival de letras que está a su disposición y a la espera de contactarlo con centenares de obras, aparte de los talleres de capacitación en temas editoriales y la infaltable música que amenizará su paso por el umbral de diversos pensamientos. Y como diría el escritor argentino Jorge Luis Borges: “Que otros se enorgullezcan por lo que han escrito, yo me enorgullezco por lo que he leído”.