Mediante un operativo implementado ayer en la cárcel de alta seguridad El Infiernito, en Escuintla, la Policía Nacional Civil (PNC) frustró una acción armada que planificó un grupo de reos, integrantes de la denominada Rueda del Barrio 18.
“El propósito de la operación fue evitar muerte de guatemaltecos”, expresó Francisco Rivas, ministro de Gobernación, a la Agencia Guatemalteca de Noticias.
Según la hipótesis preliminar, el armamento iba a servir en un enfrentamiento entre los internos, destacó el funcionario. En el reclusorio hay no menos de 260 reos de alta peligrosidad, incluyendo a 164 pandilleros de la estructura citada, que fueron trasladados el 22 de febrero.
La requisa permitió encontrar 4 granadas de fragmentación, 1 pistola calibre 9 milímetros, dispositivos celulares, chips de las 3 compañías operadoras de telefonía móvil, además de armas blancas, que estaban escondidas en una caleta. Rivas dijo que el despliegue se inició a las 04:00 mediante una coordinación institucional que tuvo la participación del Ministerio de Gobernación, la PNC y la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP).
En la acción participaron no menos de 500 agentes, tanto de la PNC como de la DGSP y fue ejecutada luego de confirmarse indicios de que en el penal se estaban cometiendo o preparando actos ilícitos, explicó el titular de la cartera del Interior.
Elemento básico
El trabajo de inteligencia fue fundamental para descubrir las intenciones de los reclusos, aseguró Pablo Castillo, comunicador de la PNC, y añadió que esto dio paso a la activación de los protocolos para impedir cualquier escenario de violencia.
Rudy Esquivel, vocero de la DGSP, indicó que se fortalecerá la vigilancia del área en la que se encuentran los internos, entre otras medidas.