¡Ánimo! Se puede cambiar al manejar la ira, llevar una niña a la Asociación de Muchachas Guías de Guatemala, ahorrar hoy algo y compartir pan y sonrisa.
El propósito de las muchachas guías es dejar el mundo mejor que como lo encontraron. Sí se puede cambiar. Hoy: llegar a la 7a. avenida 13-10, zona 9 o llamar al teléfono 2332-2665 para inscribir a una niña. Invitarla a unirse a un movimiento mundial en el que se aprende a ser feliz, mientras se juega. Se cultiva, cada sábado, autoestima y comunicación asertiva, mientras se aplica el programa Libre de Ser Yo.
En la asociación se preparan niñas para convertirse en mujeres con iniciativa, disciplina, confianza, creatividad y compromiso de servicio.Esto genera familias siempre listas para cambiar y realizar cada día acciones simples que influyan e impacten, pinten sonrisas y calienten corazones. La invitación es imaginar que las muchachitas los sábados participan en caminatas, campamentos, platican alrededor de una fogata, cantan, sueñan y trabajan en construir sueños.
Segundo paso para cambiar: manejo de ira implica aprender que enojarse es sano, se vale hacer berrinche, pero no tomar decisiones ni hacer daño antes de que pase.
La comunicación asertiva es la vía para lograr sacar el enojo pero sin quebrarle el cuerpo o el alma a alguien y sin estallar por dentro. La vía es aprender a identificar ansiedad y analizar los motivos que provocan estallidos o represión de emociones y pensamientos.
Comunicarse asertivamente es la clave para convertir la energía de enojo en productividad. Constantemente exponerse y expresar lo que se siente, piensa, quiere, necesita y pide. Identificar si la costumbre es castigarse al expresar lo que se siente o piensa, si se experimenta culpa o bien si se acostumbra a reprimir lo que se sale casi de la boca en un momento difícil.
Las creencias erróneas que provocan la falta de asertividad, que es o comunicación agresiva o comunicación pasiva y reprimida, son las
siguientes:
No tengo derecho a decir no. No puedo pedir lo que pienso es justo y razonable si se enoja él o ella. No es bueno discrepar y menos cuestionar la autoridad. Debo ser apreciada por la gente. Lo ideal es ser perfecto y no cometer errores. El frecuente No debo, no debo decir nada negativo; no debo señalar un error o pedir que se corrija algo o establecer un no quiero, me hace daño, me dolió.
¡Ánimo! Sí se puede cambiar al manejar la ira. Cambiar creencias y respetar a la niña, al niño que hay en cada ser humano, que protesta, le duele y quiere expresar lo que piensa, siente, quiere, necesita y acostumbrarlo a pedir y a aceptar también un no por respuesta, enseñarle que los demás también tienen derecho de ser asertivos, que pueden pedirle a él o ella también.
La propuesta es, llevar a una niña a la Asociación de Muchachas Guías de Guatemala, pensar antes de hablar y pensar antes de hacer.