Apoyar en operaciones tácticas, según su competencia; proteger la integridad física de personas en circunstancias de riesgo y restablecer el orden en lugares donde la seguridad pública se vea afectada por la presencia de explosivos u otros artefactos, son algunas de las funciones de la División de Fuerzas Especiales Policiales (Difep), de la Policía Nacional Civil (PNC).
Esta unidad está conformada por unos mil elementos, quienes durante tres meses se capacitan en protocolos de actuación por motines o requisas en centros carcelarios y correccionales para menores, bloqueos de carreteras y escenarios hostiles de diversa índole.
Apoyo trascendental
Jorge Aguilar, vocero de la PNC, indicó que los efectivos que conforman este grupo constituyen una reserva operativa institucional, la cual es requerida en situaciones que afectan el orden, como la del lunes pasado en el centro correccional Las Gaviotas, donde hubo un amotinamiento e intento de fuga.
En esa oportunidad, las acciones estuvieron a cargo de agentes antidisturbios, quienes también cumplieron una importante tarea a finales de febrero, cuando la Subdirección General de Análisis e Información Antinarcótica hizo la primera jornada de erradicación de amapola en San Marcos.
En ese entonces, los uniformados resguardaron a sus compañeros, pues pobladores de distintas comunidades dispararon contra ellos.
Óscar Dávila, titular del Quinto Viceministerio de Gobernación, manifestó que la presencia de las Fuerzas Especiales se hizo necesaria debido a los múltiples ataques de los que fue víctima el personal destacado en el lugar.
Acción inmediata
Además, la Difep está integrada por el Grupo de Acción Rápida (GAR), cuyos elementos están preparados para poner en marcha planes de inteligencia y rescate, bajo el mando de la Subdirección de Operaciones, de la PNC.
También es parte el Grupo de Reacción Inmediata Lobo (GRIL), la unidad motorizada que se especializa en la persecución de sospechosos, para lo cual cuenta con un entrenamiento que incluye maniobras evasivas y de respuesta a los atentados.
“El proceso de selección para el personal de operaciones especiales es sumamente riguroso e intensivo”, dijo Aguilar, y añadió que el entrenamiento incluye tácticas ofensivas y de resistencia, así como mecanismos para la resolución de conflictos.
Joel Ramírez, instructor del GAR, manifestó que se capacita a los agentes para que en todas las intervenciones se privilegie el diálogo y el respeto a los derechos humanos, pues la intención es evidenciar ante la población que el papel que estos desempeñan es el resguardo de la seguridad pública.
En opinión de Napoleón Rojas, presidente de la Comisión de Gobernación, del Congreso, este aspecto es fundamental y contribuye a optimizar el trabajo policial, así como a mejorar la percepción que la ciudadanía tiene de la entidad.