“Agradezco mucho recibir esta condecoración inmerecida. Para mí es suficiente tener la oportunidad de hacer mi trabajo con pasión”, dijo sonriente Rodolfo Abularach. El martes, el pintor guatemalteco aceptó la medalla de la Orden del Arrayán por su trayectoria artística en una ceremonia celebrada en la Galería del Centro de la Fundación G&T Continental.
Ilumina
Con no menos de 70 años en el mundo de la plástica, Rodolfo Abularach ha recorrido distintos países gracias a su talento. Por eso, Mariflor Solís, directora ejecutiva de Fundación G&T Continental, comparó la trayectoria del pintor con las velas que nacen de la semilla del arrayán, y en las cuales se inspira el premio. “La luz que dan es firme y duradera, como los galardonados que iluminan la cultura guatemalteca”, explicó.
Granito de arena
La necesidad de pintar, aunque en ocasiones el resultado final sea distinto a la idea inicial, es lo que ha llevado al artista a definir su trabajo con dos palabras: pasión y dedicación. El arte de Abularach es cambiante y, a pesar de nacer del alma, siempre está marcado por lugares y personas. “Mi lenguaje es la pintura y esta debe hablar por sí sola. Los que dicen que no tienen influencias, están equivocados. Lo que sí es un milagro es que, aun con tantos aportes, podemos poner nuestro granito de arena”, aseguró durante una breve conversación con el Diario de Centro América.
Para los jóvenes
El pintor y dibujante de 84 años también tuvo palabras para los jóvenes creadores. Recomendó enfocarse en el autoconocimiento, absorber y comprender todas las técnicas y conocer la historia del arte. “La pintura es un trabajo del interior, que lleva un mensaje para quienes la ven”, concluyó.
Otra medalla
Durante la ceremonia también se reconoció a Juannio que, desde su fundación en 1964, se ha dedicado a promover el arte visual guatemalteco y contribuir con el sostenimiento de Instituto Neurológico de Guatemala.