El Gobierno ha ratificado su compromiso con los sectores más desprotegidos del país, por lo cual ha hecho esfuerzos para garantizar su acceso a la educación, salud, seguridad, alimentación y protección integral.
Uno de esos grupos es la niñez vulnerable, que había sido afectada por la falta de oportunidades o de políticas integrales, las cuales han tenido repercusiones lamentables, como los hechos recientes en el Hogar Virgen de la Asunción.
Sin embargo, los correctivos para que esa situación no vuelva a ocurrir ya están en marcha, y los resultados han sido publicados por las autoridades.
Datos revelados ayer por la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS) indican que esta institución beneficia a 51 mil 771 niños, niñas y adolescentes en todo el país, con sus diferentes programas.
De estos, 18 mil reciben trato especial de la Subsecretaría de Protección y Acogimiento, y 10 mil 10, de la Subsecretaría de Preservación Familiar, Fortalecimiento y Apoyo Comunitario.
Adicionalmente, la Subsecretaría de Reinserción y Resocialización de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal ha atendido a 16 mil 205 infantes y adolescentes.
Entre los avances en la ejecución de programas y proyectos para la protección y abrigo de los menores, en la nueva administración de la SBS, está el proceso de cierre
administrativo del Hogar citado, el cual está por concluir.
Además, ya se contrató a 187 personas que apoyarán las iniciativas y servicios con cobertura nacional para prevenir actos que pongan en situación vulnerable a los niños, niñas y adolescentes en el seno familiar.
Los funcionarios de la Secretaría aludida informaron que, como parte del Plan de Transformación del Acogimiento Residencial, ya fueron ubicados 175 menores que permanecían en el refugio aludido, en viviendas arrendadas para brindarles abrigo y una atención adecuada.
También está en proceso el alquiler de 3 casas más, de las 13 contempladas, adonde serán trasladados los infantes que alberga el Hogar Álida España.
Es oportuno reconocer el trabajo que está haciendo el Gobierno, de cara al compromiso hacia los niños y las niñas. Este esfuerzo demuestra que con actitud, esmero y transparencia se pueden corregir los errores del pasado.