La ruptura de relaciones diplomáticas y el bloqueo terrestre, marítimo y aéreo impuesto por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin a Catar tendrá repercusiones en la economía del pequeño emirato, que depende de las importaciones, así como en su destacada compañía aérea.
El experto del centro de estudios Brookings, Luiz Pinto, explicó que Catar notará el impacto en el abastecimiento de productos básicos, ya que el 40 por ciento de los alimentos extranjeros llegan de Arabia Saudita a través de la única frontera terrena.
Asimismo, habrá costos por el cambio de proveedores o de rutas y esto se hará sentir en la inflación, especialmente si la crisis persiste, agregó.
Según la televisión saudí Al Arabiya, el 82 por ciento de las compras de Catar desde los países del Golfo procede de las dos primeras naciones citadas, siendo Kuwait el tercer vendedor, seguido de Bahréin y Omán.
No obstante, Pinto aseguró que las exportaciones de gas catarí no se han visto afectadas de momento: “Tiene acceso a aguas internacionales del Golfo Pérsico y puede continuar normalmente con el suministro a sus principales clientes de Asia”.