Rendidos por el que consideran el “mejor equipo del mundo”, decenas de miles de fanáticos del Real Madrid celebraron ayer con una gran fiesta en la capital española el duodécimo título del campeón de Europa, el equipo de Cristiano Ronaldo y el resto de astros.
Pletóricos por el triunfo del conjunto blanco 4-1 contra la Juventus en Cardiff, los seguidores se congregaron en la Plaza de Cibeles y la Puerta del Sol, en el centro de Madrid, y en el Estadio Santiago Bernabéu, donde los jugadores del equipo del técnico Zinedine Zidane presentarían la copa en una gran celebración anoche.
En una caravana de autobuses escoltada por numerosas motocicletas de la policía, los campeones llegaron por la tarde a la sede del gobierno regional de Madrid, donde fueron homenajeados por las autoridades.
Mientras descendían del autobús vestidos de traje y visiblemente contentos, los futbolistas fueron recibidos con gritos de “campeones, campeones”. El capitán, Sergio Ramos, copa en mano, fue uno de los más aplaudidos por los madridistas, junto a Cristiano Ronaldo, goleador del certamen.
“Prometimos volver y lo hicimos con la Champions”, dijo Ramos en la ceremonia. “Hemos conseguido hacer historia, hacer un doblete, que lo saboreamos de una manera especial”.
El conjunto merengue se reunió también con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para luego salir a presentar la copa a los aficionados en la Cibeles, donde, como ocurrió hace dos semanas cuando festejaron la consecución de la Liga, los jugadores blancos pusieron una bufanda del equipo en torno a la diosa.
Posteriormente, el Real Madrid fue al estadio Bernabéu en el cual desde la mañana llegaron aficionados que celebraron hasta altas horas de la noche junto a Zidane, Ronaldo y sus “héroes”, que por segundo año consecutivo alcanzaron la gloria europea.
Emoción total
“Yo siento que este es el mejor equipo de la historia”, dijo a la AFP en Cibeles Álvaro Mora, quien llegó con su padre y otros familiares especialmente a celebrar con su equipo desde Almería, a más de 500 km al sur de Madrid.
“Estoy superemocionado”, señaló el estudiante de derecho de 19 años, arropado con una gran bandera del escudo del Real, en medio de la multitud, vestida en su mayoría con la camiseta merengue del equipo.
El colombiano José Ordóñez tampoco se quería perder la fiesta, y llegó con sus dos hijos desde las afueras de Madrid al centro. “Ha sido una emoción total, para nosotros”, dijo este residente de Madrid de 54 años.