Fallecieron no menos de 90 personas y 463 resultaron heridas en un atentado con camión bomba en el barrio diplomático de Kabul, marcando un sangriento comienzo del ramadán.
El ataque, uno de los más violentos en los últimos 15 años, se llevó a cabo en hora pico contra esta zona ultraprotegida en donde hay numerosas embajadas.
“La explosión causada por una cisterna de agua que contenía al menos 1 tonelada y media de explosivos dejó un cráter de 7 metros de profundidad”, indicó una fuente occidental en Kabul.
La carga explosiva fue accionada por un kamikaze, de acuerdo con el Ministerio del Interior.
La detonación originó una potente onda expansiva que causó numerosos daños en los alrededores, según imágenes aéreas difundidas por el canal afgano Tolo.
El ataque no fue reivindicado hasta ahora. De momento no se conoce bien el objetivo de la arremetida. Los talibanes, que anunciaron a finales de abril el inicio de su ofensiva de primavera, afirmaron en Twitter no estar implicados en este hecho, que condenan con firmeza.
Entre las víctimas figura un guardia afgano de la misión alemana y un chofer, también afgano, de la BBC, así como un periodista de Tolo. Empleados de esa oficina diplomática y cuatro reporteros del medio de comunicación británico resultaron heridos.
La explosión fue tan fuerte que sacudió gran parte de la ciudad, causando pánico entre la población que se dirigía a su trabajo y rompiendo puertas y ventanas.